Cuando el sentimiento y la atracción fue mutua, comenzó esta revolución de palabras. Gastón...
No esperaba tus caricias,
ese abrazo,
esos besos que endulzaban mis manos,
esa mirada apasionada,
esa charla profunda y distendida.
No esperaba ese beso,
en ese lugar ni en ese momento;
esas ganas de besarme,
de tenerme entre tus brazos.
No esperaba esas promesas,
esas idas y vueltas,
esos te quiero,
esos escapes,
esa indiferencia,
esa presencia y esa ausencia.
No esperaba que todo esto pasara,
estos encuentros, estos mensajes,
estas palabras, estos besos.
Pero no fueron más que un sueño para mí.